viernes, 30 de octubre de 2020

CASTILLO DE CHANCAY, UNA JOYA PERDIDA.

CASTILLO DE CHANCAY


El Castillo de Chancay, ubicado en la calle Primero de Mayo, a poca distancia de donde se encuentra hundido el navío chileno Covadonga, empezó a construirse en 1922 por iniciativa de Consuelo Amat y León, bisnieta del Virrey del Perú Manuel de Amat y Juniet y esposa del tres veces alcalde de Chancay, propietario del fundo La Calera, al norte de Chancay, y heredero textil, Rómulo Boggio Klauer. Este castillo fue en sus inicios obra de Consuelo Amat y el arquitecto León Rolando. Su origen imaginativo se debe a las influencias que Consuelo Amat recibió durante su estancia en Europa, donde a parte de aprender la cultura de este continente también escribió gran cantidad de poemas. La muerte de su esposo en 1924 fue lo que hizo que Consuelo Amat se decidiera levantar el castillo. En homenaje a él lo construyó al borde del acantilado, de manera que al ver al mar podía recordarlo. La obra se inició en 1925 y concluyó diez años después, teniendo como objetivo ser un hogar donde ella pudiera vivir con toda su familia.
Inicialmente, contaba con 250 habitaciones, tenía cuatro niveles y lo conformaban terrazas, torreones, miradores, escalinatas y pasadizos orientados hacia el mar. Era entonces conocido como el Castillo de la familia Boggio. Tras permanecer abandonado por casi tres décadas, Juan Barreto Boggio, nieto de Consuelo, tomó a su cargo la remodelación del castillo, de acuerdo a los planos ideados por su abuela y procurando conservar su estilo medieval. Ya por entonces era conocido como el Castillo de Chancay, en torno al cual corrían las más variadas leyendas. Actualmente es uno de los más importantes atractivos turísticos del Perú, con una infraestructura de aproximadamente 15.000 m² dedicada al alojamiento y la recreación.

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